lunes, septiembre 20, 2010

La nada, el espacio del vacío, eso es lo que mi mente puede escribir en este instante infecundo.
Veo que le han cortado el alma en fragmentos, en pequeños elementos que no son su verdad. ¡Nos lo han robado! Pobre, qué vacío se ha de sentir. Olvídalo, ni siquiera se ha dado cuenta.
Veo que no puede ver, porque no puede tocar. Pobre, si tan solo pudiera respirar, gritar o intentar pasar por el pantano de las emociones. Pero se las han llevado. Ente, conjunto vacío que opera, ahora sí, como siempre fue necesario.
Esquizoide realidad consume las emociones cortadas, sedadas, trasplantadas hacia la nada.
El cerebro le funciona. Qué importa entonces.
Ladrones de los sentimientos, se los están robando de otros lados para devolverle las que perdió.
Quiero decirte que te quiero, quiero decirte que estoy aquí. Pero no es así, porque en realidad no soy yo.
Te están bloqueando todo aquello que no te sirve, aquello por lo que no has podido avanzar. Sé feliz, este estado es pasajero, no creas ni te engañes, no podrás huir.
Apaga las brasas que mantienes, esos castillos en el aire que no te conducen a nada. Mentira, todo es mentira, pura ficción.

Basta
ya
deja
de
querer
soñar.

Que si le importa lo que dices, pero ya no le pude afectar. Qué alegría.

Sí-que-a-l-e-g-r-í-a.

Ya no pude abrazar, los brazos están cansados. Duermen ahora, para siempre.
Suspira, pobre niño, suspira y deja de gemir. Procura que tu vida tome rumbo cierto.

Duérmete, cielito, duérmete, es solo un sueño. Mañana abrirás los ojos y todo se habrá ido.

No hay comentarios.: