Mirarse el alma en un espejo es algo que causa temor. A mí me causa una sensación tan denigrante, porque veo la vejez de mi alma, veo como he deteriorado mi corazón sufriendo. Y me vi vacío, sin ningún sentido. Vacío, sin las cinco puntitas que me habitaban el corazón. Se fueron, las ahuyente? Nunca! No lo permito. Yo no lo quiero aceptar, porque siempre soy ciego, porque mi familia me enseñó a tapar el sol con un dedo. Las puntitas, mis cinco rojas puntitas se quedaron en un rincón olvidado de mí, porque ya no tienen el vigor de antes, porque yo las dejé romas, las gasté de tanto usarlas. Y ahora no me queda ni un cachito, ni un pedacito de su pinturita, ni una lucecita de su brillo que antes me acompañó. Desde mi invierno me acompañó. Cuando llegó a mí palma para certificar el arribo atrasado de su majestad. Ahora, ahora yo la gasté. Ahora, ahora ya se me fue. La ahogué, la maté, y con ella mi corazoncito se apagó también. Una parte chiquita, aquella que se llenó de sabiduría amorosa cada día que pasó… ahora, yo veo las cosas con ojos de nada, porque no tengo ni tristeza ni esperanza, estoy en el limbo de la emoción; así, medio inerte. Y esto dura, la verdad, es que el tiempo que yo no controlo. Y esto pasa, la verdad, en momentos que yo no necesitaba. Quiero poder mirarme en un espejo y descubrir que ya las cicatrices de mi cara se han marchado, que ya no están por ahí, demarcando los cauces de mis lágrimas, sino que ahora es lozano el brillo que ella fulgurece. Así, sí, así sabré como ha valido la pena estar embarcado en la tiniebla de una soledad ambigua y quizá inexistente… sí, porque muchas veces, me lo dijiste verdad, yo agravo las cosas… y dime, sí, tú, a ti te hablo, porque no me insististe? Porque no me pediste que sacara el velo que amarraba mis ojos y mis oídos y me soplaste para destapar esa sordera de la conciencia… bueno y ahora a costa de qué?, de la sequedad eterna? Ya. A mí no me queda sino seguir vagando ahora por este páramo eriazo, cubierto de negruzca humareda, porque se ha quemado aquella aventura de ser compatriotas de la esperanza… ya, esto es suficiente… en verdad que debo reposar en la espera… y esperar que se vaya volando como gaviota.
Resolvamoslo
Hace 8 años.